miércoles, 13 de junio de 2007

UN NUEVO CAMINO

Supongo que todo tiene un proceso vital que debe concluir cuando uno está preparado. El caso es que al fin, di carpetazo a mi empecinada insistencia en estar anclada a mi vida en Miami. Y la verdad, es que me siento como si hubiese adelgazado 5 kg. Aún sigo topándome con la ciudad embrujada por demasiados sitios, pero ya me acostumbré a vivir entre fantasmas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre pues que bueno que has dejado Miami, porque ya me cansaba esa lamentadera por una ciudad quer ciertamente tiene su encanto, pero no es para llorarla siempre, mira que las hay mejores.

Te quiero mucho y te recuerdo siempre, La maga.

Alegoria dijo...

No lloro por la ciudad. Lloro por mi estilo de vida en ella.