lunes, 17 de septiembre de 2007

NUEVOS SECRETOS SUSURRADOS AL VIENTO.

Pues sí, me he embarcado en una nueva aventura. Tras mi paso por el Taller de Escritores de Miami, por fin me siento capaz de comenzar de nuevo. Por supuesto, siguiendo mi tradición, (confieso que más bien por un tema de superstición), sólo revelaré de que se trata, si se me da. Así que ahí estoy de nuevo, cruzando los dedos para que el destino vuelva a sonreirme y me mande a una nueva aventura en una nueva ciudad. Ahora toca esperar y ver, cuál es el plan del Universo.

LA TÍA PILI QUE LLEVO LATENTE.

La boda fue bonita y emotiva. Al fin y al cabo, una no es de piedra y la novia, además de prima, es una de mis mejores amigas. Y lo cierto es que me lo pasé bomba, bebí lo justo para llegar al puntillo, comí a lo grande y bailé como un trompo. Todo era perfecto hasta que me sorprendí, en mitad de la fiesta, convertida en la versión joven de mi tía Pili. Durante unos segundos, envidié a todos los enamorados con todas sus cursilerías y quise ser uno de ellos. ¡Agggggg....! ¡Porca miseria! ¡Mente sucia y traidora! ¿Cómo te atreves a jugarme malas pasadas de ese tipo?
El asunto es que me tocará admitir, aunque sea a regañadientes, que después de todo, tengo una tía Pili latente dentro de mí.
¡¿Por qué la insoportable no aparece cuando más la necesito?!

miércoles, 12 de septiembre de 2007

EL FIN DE MI PEQUEÑO GRAN DRAMA

Pues sí, con lo poco que me van los dramas, esta tarde salí dispuesta a no regresar a mi casa sin un trapillo favorecedor a mi persona. Y como decía aquel romano tan simpático: "Vini, vidi, vinci". Tengo un supermodelazo para la boda y lo mejor de todo, es que me ha salido tirado de precio. No tendré que llorar al verle colgado en el armario sometido al peligro del olvido o las termitas. Y lo que es mejor, mi estado financiero no ha sucumbido al desplome de la tarjeta de crédito. Los pronósticos para llegar sana y salva a fin de mes, son halagüeños. ¡Gracias, Dios mío!

martes, 11 de septiembre de 2007

MI PEQUEÑO GRAN DRAMA SUPERFICIAL

En los últimos días, mi vida es un drama. La culpa la tiene algo tan superficial como es encontrar un vestido para ir a la boda de mi prima. Para los que se lo pregunten, la respuesta es no. Afortunadamente, la boda no es de la rama familiar de la tía Pili. Aunque ya se sabe, lo de mi tía Pili es de genio y figura.
Pero a lo que iba, hoy es martes, la boda es el sábado y no tengo vestido. Y no lo tengo porque detesto los colores de la nueva temporada. ¿Es que a los diseñadores se les funden los fusibles cuando llega la temporada otoño-invierno? Pasamos de ponernos de todo tipo de colorines a celebrar unos funerales sin muerto que llorar. Y es que a quién diablos le sientan el gris, el negro y el marrón, cuando uno está más blanco que la mente de ciertos alumnos en días de examen.
No entiendo porque tenemos que ser los muertos vivientes de una película de terror por capricho de la moda. ¡Demonios, yo no soy una fashion victim! ¿Es qué ya no quedan diseñadores rebeldes que pongan fin a mi drama? ¡Sólo quiero un vestido a color, elegante y bonito!
¡Ahg, qué desagradables son los dramas superficiales!