jueves, 27 de diciembre de 2012

PUES ESO

Pues eso. Más de lo mismo. Cuando ya creía que nada que hiciese el ser humano me sorprendería, aterrizo en yahoo y me descubro atónita nuevamente. Y es que a estas alturas, ya estoy harta de decir que el ser humano es memo, imbécil y cuanto adjetivo calificativo sinónimo se os ocurra. Y si encima hablamos de la mujer, de los cánones de belleza y de sus jodidos dictados, el asunto se eleva a la infinita potencia.

No es un secreto, que cuando hablamos de zapatos, muchas mujeres quieren ser Cenicienta. Sí, la bella princesa de delicados y únicos pies en forma y tamaño. La misma que viste y sobretodo, calza. Para reforzar tamaño deseo, están los cuatro gilipollas, que a golpe de fotoshop, crean la mujer ideal. Completan el triángulo fashion perfecto, esos videntes gurús de la moda que rentabilizan su talentosísima y carismática neurona, creando unos zapatos sublimes y extraordinarios sólo aptos para Cenicientas con genuina denominación de origen. ¡Maestros, ustedes sí que saben hacer llorar con estilo a una chica! Y es que, mientras unas lloran de emoción al ver que su preciado pinrel encaja en la horma de tan sublime y extraordinario zapato, otras plañen frente a su cirujano plástico de cabecera, cual hermanastra desesperada y furiosa, suplicando la amputación de su dedo menique para poder entrar en ese engendro. ¿Acaso no es más comprensible, lógico y razonable amputarse un dedo que calzarse alguno de los millones de pares en los que sí te cabría el pie al completo?

Pues eso. Más de lo mismo.