lunes, 11 de agosto de 2008

EN LAS DISTANCIAS CORTAS...

Vive Dios que yo de actriz no tengo nasti de plasti. A mi imposibilidad de memorizar un texto, se une el hecho de que me entra la risa cada vez que tengo que pretender ser algo que no soy. Soy tan mala mentirosa, que hace años que renuncié a mentir. Así que cuando tengo que soltar una mentira de tomo y lomo, necesito interiorizarla y creer que es una verdad como un templo. Sólo cuando yo me he auto engañado, consigo mentir sin un parpadeo.
Pero si de repente un hada madrina me diese a elegir un papel que interpretar, le pediría que me convirtiese en chica Bond. Los motivos son obvios, ¿no?. Se viaja, se viven aventuras, se conducen coches de escaparate, se disfruta de lujos y por supuesto, se usa y abusa de un hombre que... ufff. Para que explicarlo cuando sobran las palabras. Como decía el famoso slogan de aquella colonia: "En las distancias cortas, es donde un hombre realmente se la juega"