martes, 4 de noviembre de 2008

COMO UN TOPO AL SOL

He tenido una revelación. No es que se me haya aparecido nadie ni nada de eso. Lo que pasa, es que mi propensión a sufrir accidentes cuando estoy en la panadería, empieza a parecer una clara señal del destino de que debo abandonar.


Y es que al recuento del esguince, la fisura de tobillo, la caída, el espachurramiento de dedo meñique de mi pinrel izquierdo y el desplazamiento del talón de Aquiles, hay que sumar el bonito tajo que me hice el sábado con un cuchillo tamaño XXL. El muy jodido estaba recién afilado y yo, más contenta que un niño con kilogramos de chucherías por ello. Llevaba una semana serrando con él. Así que cuando apareció mi primo y por arte de la lima, me lo dejó en su ser, estaba que no cabía de gozo en mi. "Pruébalo" me dijo mi primo. Lo que el pobre no sabía, es que últimamente estoy de lo más obediente y a las 12 en punto, decidí emular a mi admirado "Zorro" y dibujé una "J" en mi dedo. Afortunadamente, es el dedo meñique de mi mano izquierda (Ufff, suerte que soy diestra) y no ha requerido de sutura pese a sus 4 centímetros. ¡Me dan pánico las agujas! Máxime, si llevan hilo.


En fin, tendré que ir pensando en cambiar de trabajo.