viernes, 13 de mayo de 2011

LA FILOSOFÍA ESCONDIDA EN EL CHISME

Era la hora de la comida en casa de servidora. Ese es el momento en el que nos juntamos y hablamos de lo divino y lo humano. Entre los temas humanos del orden del día apareció la mala costumbre de cotillear. Práctica inseparable de la condición humana y apriori, un tema insustancial, superfluo y nada propicio para pensamientos filosóficos. Y juro que así lo creía hasta que mi hermano soltó una perla. Según él, la actracción del ser humano por el chisme reside en que la vida de los demás, es igual a la de uno, pero sin la desazón de los problemas.

Estupefacta. Así fue como me quedé.