jueves, 14 de julio de 2011

¡OH, DIOS MÍO!

Queridos lectores:

un hondo pesar me embarga y estremece mi tierno corazón. Hoy, nueve meses más tarde, he descubierto que el pulpo Paul ha fallecido. Ya, ya sé. La noticia es vieja. Pero servidora no lo sabía. Cuando aconteció tan lamentable infortunio, mis secuaces y yo estábamos perdidas en mitad del Caribe sin televisión, internet o cualquier otro medio de contacto con la realidad del mundo.

Nuestro duelo por la triste desaparición del colega de La Pitonisa, sólo es comparable al de los responsables del acuario en el que vivía. Amén, claro está, de los fanáticos futboleros que vivieron el Mundial pendientes de sus predicciones.
Y es que, esa es la única razón lógica para justificar el monumento funerario que han erigido en su memoria y que, por gracia de la clarividencia del difunto, se ha convertido en uno de los lugares de peregrinación para la humanidad. A diario, acuden desde todos los rincones del mundo, cientos de visitantes,(perdón, peregrinos), quienes, con el rostro empañado por las lágrimas, se detienen frente al estanque en el que nadó y predijo, felizmente, el finado Paul, y en el que hoy, inexplicablemente, viven unos peces ocupas cualesquiera.
Para colmo de males, el advenedizo que le ha sucedido en sus funciones, es un pulpo vidente de medio tentáculo que, tal parece, predice los resultados deportivos de pura chiripa. Vamos, lo que viene siendo un escándalo de manual y un desprestigio para la comunidad de las artes adivinatorias.

La noticia ha puesto fin a la discusión que manteníamos sobre el lugar donde pasar nuestras próximas vacaciones. Ahora, pese a la oposición de La Pitonisa, que no ve la necesidad de un homenaje póstumo, iremos al acuario de Oberhausen y con todo nuestro cariño, depositaremos frente a la urna funeraria de nuestro Paul, un pequeño ramillete rojigualdo de claveles reventones.

Ya os mostraremos las fotografías.

PD: Acá entre nos, todas opinamos que cocinado a la gallega, Paul hubiese tenido un mejor y más digno final.

2 comentarios:

EL CHICO GRIS dijo...

¡Nada de claveles! Mejor un ramo de grelos y un plato con cachelos.

Alegoria dijo...

Chico Gris, creo que ya es un poco tarde para los grelos y los cachelos. Salvo, claro está, que planeemos comernos al advenedizo. Ummm..., quizás..., tal vez... Tendremos que pensarlo.