sábado, 10 de julio de 2010

BANDERAS AL VIENTO




Yo soy de la generación de la Transición, y al igual que al resto de mis compañeros generacionales, me lavaron el cerebro con mensajes de libertad y democracia para la España que comenzaba en aquella época.
En aquel entonces, y con el poco uso de razón que tenía, ya hubo algo que me chocó: la aversión que sentía la gente hacia nuestra bandera. Máxime, si lo comparábamos con la pasión que por la suya sentían los americanos y el resto de los países europeos.

Entre mis primeros recuerdos, está una costumbre familiar extraña y mal vista por la gente de nuestro entorno. Y es que desde hace varias generaciones, siempre que se celebran las fiesta de San Pablo, patrono de nuestro pueblo, en mi casa los dos balcones se engalanan con sendas banderas de España. Ni os cuento lo coloridas que estaban tras el paso de los años y de los lavados antes de ser sustituidas por unas nuevas. El rojo parecía marrón, el amarillo, blanco, y del escudo, apenas quedaba una sombra que había casi que imaginar. En mi familia, supongo que al igual que ocurrió en todas las familias españolas de la época hubo gente de los dos bandos. El más sensato de todos fue mi abuelo materno, quien desertó empujado por el dolor y la indignación que le producía tener que matar a cualquier amigo o familiar. Pero el caso de mi abuelo era una excepción. Y es que por muy progresistas y rompedores que quisieran parecer, nuestros abuelos y nuestros padres llevaban marcado a fuego la guerra y la dictadura. Aún hoy, no se lo han sacudido y francamente, no nos engañemos, jamás lo harán.

Pero mi generación y la siguiente somos otra historia. Prueba de ello, es lo que viene pasando desde que la selección Española de Baloncesto ganó su primer Mundial. Ahí es donde se abrió la veda para nuestra bandera. Los siguientes títulos logrados por los chicos del baloncesto y la Eurocopa lograda por los de la Selección de Fútbol remataron la faena. Así que no veo por qué habríamos de extrañarnos con lo que pasa ahora que estamos a un partido de ser campeones del mundo en fútbol. Nunca en la historia reciente de este país, se vio a la ciudadanía volcada en un sentimiento de unidad patrio. Banderas, camisetas, gorras y todo tipo de merchandaising rojigualdos colorean nuestra geografía.
¿Y los nacionalistas? Pues están que trinan. Entre el colorido, los cánticos del "Yo soy español, español, español..." y ciertas declaraciones de deportista nacidos en dichas Comunidades, se les descalabra el negocio.
La manifestación de protesta por la sentencia del Constitucional al famoso Estatuto catalán está siendo muy concurrida. Pero habrá que ver cómo están las calles de toda Cataluña y las del resto de nuestras Comunidades, cuando la Selección de Fútbol gane mañana el Mundial. A ver si se enteran nuestros políticos de lo que piensa la inmensa mayoría de los ciudadanos y dejan de alentar los temas obsoletos y personales con los que viven obsesionados.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja yo creo que cualquier cosa que sirva para unir a las personas y derles sentimientos positivos es genial asi que me da lo mismo si es el futbol o el baloncesto o la rayuela si la gente esta feliz y orgullosa es lo que importa ahora que no vale tampoco burlarse del perdedor o repudiar al enemigo hay que recordar que es solo un juego 9muy emocionante eso si) y que no va a traer la paz mundial ni acabar con guerras ni muco menos.

Alegoria dijo...

Anónimo, efectivamente, es sólo un juego. Pero nos ha regalado un cachito de felices endorfinas, serotonina, dopamina y todas las demás -inas. Y además, nos ha recordado a todos los españoles que por más peculiaridades maravillosas que nos distingan a unos de otros, tenemos también cosas que nos unen y que nos invitan a celebrar juntos y por todo lo alto.

Canichu, el espía del bar dijo...

Bueno, la cosa es que a mí alguien me dijo que por qué llevaba una bandola en la cabeza con los colores republicanos y no una bandera de España. La contestación fue obvia, porque yo no soy antiespañol, yo soy republicano, no monárquico, y la bandera actual es la monárquica. De hecho la bandera de la I República es esta monárquica pero sin el escudo de la casa Borbón, que es lo que la hacía republicana. En el bar donde yo lo ví y en la mayor parte de las terrazas de mi barrio, y soy de una ciudad de la comunidad de Madrid, como sabes, las banderas españolas monárquicas estaban puestas, sí... boca abajo. Y es que hay que recordar que por una sentencia del Tribunal Constitucional no es anticonstitucional portar una bandera tricolor española o una bandera española sin el Escudo Real, porque la ley española lo que dice es que es legal llevar banderas que representen sistemas democráticos, no dictatoriales. Por tanto banderas españolas sin escudo Real o bien tricolores son legales porque son de España y democráticas. A todo esto, quien me lo preguntó, que llevaba una monárquica dijo que llevaba razón y que él tenía una republicana española en casa y no la sacó por miedo a encontrarse con alguien que violentamente no le hubiese gustado verla. Un saludo.

Canichu, el espía del bar dijo...

Viva España... ahora ser monárquico es otra cosa que habría que mirar (y he de recordar que muchos que creían llevar la bandera de España actual (la aprobada en 1978) y les faltaba el escudo Borbón no lo hacían precisamente por no llevar el escudo Real).

Canichu, el espía del bar dijo...

Y por último, y a riesgo de ser un pesado, respeto profundamente a los monárquicos, a los antirrepublicanos y demás, siempre con valores democráticos, como los de la actual Monarquía Parlamentaria (aunque en esta el jefe de Estado no se elije en las urnas). Que cada uno desde el diálogo y la paz, crea y defienda lo que cree.

Alegoria dijo...

Verás Canichu, yo soy bastante excéptica en cuanto a las formas de gobierno. Con tal de que no sean régimenes totalitarios, me parecen todas primas hermanas de la misma generación porque al final, siempre hay alguien (un rey, un presidente, un diputado...)que pilla pasta a trisca mientras los demás curramos.
Y la única bandera con la que me identifico es con la actual porque es la que representa al país al que pertenezco. Añadiré que me encanta que ondee por doquier y ver cómo los trepas ávidos de poder y dinero de los dizque nacionalista, se comen los higadillos al ver que su fabuloso negocio se tambalea.

Canichu, el espía del bar dijo...

Su negocio se tambalea para que crezca el del nacionalismo español... ninguna bandera que ondee por nacionalismo es buena, y en este caso es un ondear por nacionalismo español, deportivo, pero tal que así.

Por otra parte achacar a todos los políticos, sean del régimen que sean, son ladrones (pillar la pasta, citas), es un error. Es un tópico gigante al que se le puede hacer tanto caso como el que existe en algunos países acerca de que los españoles somos vagos y sucios. Yo los tópicos no los creo.

Saludicos.