
Pues sí, aún ando por acá y está vez, con consentimiento de Alegoría, quien tiene un ataque de indignación proporcional a mis ganas de cargarme a unos cuantos de los lumbreras que pueblan nuestra fauna política local y nacional. ¿Y todo por qué? Pues porque a cuatro espabilados se les ha ocurrido saltarse a la tolera los criterios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y quieren, a toda costa, reabrir la Cueva de Altamira.
Como todos sabréis, la llamada Capilla Sixtina del arte rupestre, ha permanecido cerrada desde el 2002 porque las visitas estaban, básicamente y para dejarlo claro en pocas palabras, destruyendo las pinturas. Para evitar la desaparición de este bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se prohibieron las visitas y se construyó, a escasos metros de la original, una réplica, La Neocueva, actual Museo de Altamira. Su razón de ser, era preservar la original y mostrar, a todo titirimundi que quisiera, cómo es Altamira. Todo ello, por el módico precio de unos cuantos milloncejos de nada.
Pues bien, a nuestros gobernantes regionales, Partido Regionalista Cántabro y PSOE, "defensores de las bellezas cántabras y de la cultura en general", apoyados por nuestro dizque llamado Ministerio de Cultura, se les ha metido entre ceja y ceja reabrir la Cueva al público y han comenzado una campaña sin cuartel para lograr su objetivo. Ya he perdido la cuenta de las veces que se han reunido expertos científicos, Patronato y gobernantes. Y es que tal parece, que la culpa la tienen esos señores científicos emperrados en decir, que cualquier número de visitantes altera el microclima de la cueva haciendo que, sobre las pinturas, proliferen unos indeseados microorganismos verdes. ¡Joder, con lo sencillo que es darles gusto! Sólo tienen que decir un número de visitantes al año para que nuestros sabios políticos puedan dar por zanjado el tema y anunciar, a bombo y platillo, su gran logro: ¡reabrir a los hombres una de las maravillas culturales de la historia de la humanidad! Pero no, los señores científicos siguen en plan Chanquete coreando el "no nos moverán". Y para colmo, el próximo año hay elecciones municipales y el Gobierno central ha dicho que de AVE, nada de nada. Y sin AVE, ¿Qué mejor slogan de campaña que: "Nosotros reabrimos Altamira"? Apuesto mi melena a que nuestros presidentes regional y nacional han intercambiado ya los cromos en su última reunión. Si es que me imagino la reunión:
Presi Central: "Te cambio Altamira por el AVE y tu apoyo".
Presi Regional: ¡Vale, qué guay! ¡Y te mando unas anchoas y unos sobaos!
¡Lo juro, de ésta, me hago anarquista!