lunes, 19 de noviembre de 2007

¡QUÉ RICAS SON LAS VACACIONES!

Recién llegué de vacaciones. Este año regresé a Miami para ver a los amigos. La pase en grande, aunque me hubiese hecho falta algo más de tiempo para ver a aquellos con los que no me encontré. Pero lo realmente importante, han sido dos lecciones valiosas que aprendí.
La primera viene a confirmar aquel dicho de que nadie debe regresar al lugar donde fue feliz. Un año más tarde, Miami es distinta. Ha perdido sabor y en cada esquina, la nostalgia por lo vivido, está agazapada dispuesta a saltarte a la yugular.
La segunda es que, pese a no ser la misma, aún sigue siendo mi punto de partida. La tierra en que me siento más yo. Donde soy consciente de mi don y donde no me siento como una niñita jugando a ser escritora. Es el lugar donde estoy encantada de conocerme a mi misma de nuevo.
El resto de lo vivido, es demasiado largo para incluirlo en este post.

1 comentario:

EL CHICO GRIS dijo...

Pues sí, las vacaciones son lo mejor.

Sobre la primera lección... es irremediable la nostalgia, aunque los tiempos pasados comparados con los presentes, no sean ni mejores ni peores, simplemente diferentes. Y siempre queda más regusto amargo si no se vuelve a algunos lugares.