Obviamente, para nadie es un secreto que ir al cine en los tiempos que corren, es casi como darse un capricho. Ese bendito rato en el que los problemas de los demás son más importantes que los tuyos y en el que, gracias a algún caritativo guionista,puedes echarte unas risas que aporten alguna de esas -inas de la felicidad, debería santificarse y estar exento de IVA. Pero como las utopías murieron hace ya tiempo, al menos creo que los espectadores tendríamos el derecho a no sufrir la jodida publicidad. ¡Por todos los renacuajos, he pagado 7,90€ para tragarme anuncios que evito ver en el sofá de mi casa! Por mí, le puede ir dando tila fría a las compañías de teléfono, los refrescos y demás pelmas. Y lo único próximo que quiero ver a un anuncio publicitario son los trailers de los próximos estrenos.
¿Alguien sabe dónde se puede reclamar?
EN CADA GRIETA QUE ATRAVIESA MI CORTEZA HAY UNA HISTORIA. EN CADA VEREDA QUE EN MI REPOSA, UNA OPORTUNIDAD. EN CADA VIENTO QUE ME ACARICIA,UN AMANTE. EN CADA CATACLISMO QUE ME ENFURECE, UN AMANECER. EN CADA NOCHE HAY UN DÍA Y EN CADA TIERRA, UNA EDAD.
lunes, 20 de mayo de 2013
sábado, 18 de mayo de 2013
EUROVISIÓN, O COMO PASAR UNA NOCHE DE RISAS
En los últimos años, mis amigas y yo hemos creado una fiesta tradicional en nuestro calendario anual: "El día de Eurovisión". Sí, mis estimados lectores, año tras año, nos reunimos para cenar, beber echarnos unas risas malvadillas a costa de las múltiples horteradas que atentan a nuestra retina en el fetival europeo de la canción. Es el día favorito de La Insoportable, pues todo el mundo está más que dispuesto a recibir con agrado su sarcasmo y mala leche habitual.
Dicho lo dicho, me despido. ¡Falta poco para las nueve!
Dicho lo dicho, me despido. ¡Falta poco para las nueve!
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