martes, 8 de abril de 2008

SUFRIMIENTOS DE LA EMANCIPACIÓN

Esto de la emancipación sería perfecto, si el salario de servidora fuera proporcional a mis necesidades. Lamentablemente para mí, esto de emanciparse, comienza a parecer película de terror de serie B. A la alegría de la hipoteca, hay que sumar mi imperiosa necesidad de rellenar las cuatro paredes que han de cobijarme. Y como por algo hay que empezar y tengo saco de dormir, he decidido lanzarme a la "Operación cocina". Tras sopesar mis opciones para amueblarla, he decidido que tengo dos: comprarme una camping gas para cocinar o tratar de vender uno de mis riñones en el mercado negro. Y es que ¿cómo demonios te pueden pedir por cuatro muebles, la friolera de 6000E? Sí, sí, sí, ¡sólo los muebles! Lo de los electrodomésticos y la encimera, son ceros aparte.
Tras la aciaga experiencia de tres presupuestos, cada vez que entro en un nuevo establecimiento en busca de uno nuevo, miro atentamente al suelo porque lo último que me faltaba, es partirme la crisma con alguno de los tornillos que pierden los señores de este gremio. ¡Por mí pueden esperar 6000 años con sus preciosos muebles de cocina de aglomerado con lámina de formica, PVC, roble o la madre que lo parió a todo!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Calla, calla, tonta! Que si te escoñas con uno de esos tornillos puedes pedir indemnización en especie y, a lo mejor, la cocina te sale gratis!!!!!!!!!!

Doctor Spawlding dijo...

NO te quejes, que yo, después de tres años emancipado, me ha tocado volver al cubil paterno. (Dios, espero que no sea por mucho tiempo)

gato dijo...

Ja ja ja... Bueno van por delante mis felicitaciones por la reciente emancipación... un gran paso, parirse uno mismo.

Por los muebles, hay muchas alternativas, aquí algunas:

Hacer una actividad pro-fondos...
Comprar muebles antiguos...
Hacerlos uno mismo....
Buscar en los avisos económicos...
Organizar juntas de dinero entre amigos.... en fin... si ya llegaste allí... pues el resto es de bajada...

Cuídate...

Mercy dijo...

Mi querida Alegoria:
La vida fuera del nido es, como decirlo, nada fácil, pero la verdad, aun sin muebles y con la tripa rugiendo por el hambre, lo prefiero a seguir viviendo con los padres...y no es que no los quiera, pero digo: la emancipación es la emancipación.

Canichu, el espía del bar dijo...

yo puedo hacer una oferta por tu hígado... si lo conservas bien, claro.